Windar renovables -Grupo Daniel Alonso- y el astillero público Navantia de Ferrol acaban de confirmar todos los extremos de un nuevo contrato por 90 millones de euros con Iberdrola, la gran multinacional española de la energía, que ha adjudicado a esta ‘joint venture’ una parte sustanciosa del proyecto eólico marino ‘Wikinger’ que desarrollará a partir de ahora en el Mar Báltico.
Las dos compañías aspiran además a otros ocho contratos similares, incluso de mayor envergadura, tras haber descubierto que las sinergias de las dos sociedades les han situado ya entre los dos o tres principales grupos europeos para poder afrontar proyectos de esta naturaleza. Esos ocho proyectos serían también con Iberdrola, todos ellos para emplazamientos marinos en Europa, sobre todo en el Norte, Dinamarca, Norte de Inglaterra o Alemania.
De momento este primer contrato supondrá más de 1.100.000 horas de trabajo a lo largo de los próximos 18 meses, que se repartirán entre Avilés y Ferrol, en un 70-30% aproximadamente, y en el que se encargarán de la construcción y descarga (load-out) de 29 estructuras tipo ‘jackets’ (cimentación especial) y 116 pilotes de anclaje.
La firma de este contrato con Iberdrola confirma los vaticinios hechos en su día por el empresario Daniel Alonso y por los responsables de Windar Renovables, que vieron en el negocio eólico marino (offshore) una extraordinaria salida de crecimiento y de creación de empleo y riqueza.
Los primeros trabajos realizados por esta compañía con sede en Avilés fueron muy satisfactorios, por lo que pronto lograron hacerse un hueco importante en el mundo de los proveedores de los grandes proyectos marinos. A partir de ahí sólo restaba aumentar la cartera de clientes y disponer de un socio que le permitiera acudir a los concursos más importantes que se desarrollan en este momento en Europa.
Hace dos años se iniciaron los primeros contactos con Navantia, la empresa pública que pertenece a la SEPI y que engloba a los astilleros públicos españoles. Navantia vio en este negocio una salida a su tradicional cometido de construcción de barcos y las dos compañías juntas han logrado ahora una capacidad y una potencia que les permite figurar como proveedores preferentes de multinacionales como Iberdrola, aunque no es la única.
Windar renovables, con una amplia experiencia en la fabricación de torres eólicas y con pruebas sobresalientes en el ‘offshore’ aporta a esta ‘joint venture’ su ‘know how’, su conocimiento tecnológico, mientras Navantia lo hace con sus instalaciones en Ferrol y con su capacidad financiera para poder acudir a proyectos de esta envergadura. Hay que tener en cuenta que acudir al concurso de estos contratos, liderados por multinacionales eléctricas, y que rondan como mínimo los 100 millones de euros, requieren una serie de avales y una capacidad financiera de las que pocas empresas pueden disponer. Y eso es lo que asegura Navantia en esta unión con la compañía avilesina.
LA VOZ DE AVILÉS